Viajan en casa rodante desde Buenos Aires, Argentina a La Paz

LA PAZ, Baja California Sur.- A más de 8 mil 500 kilómetros de casa, Maru y Juan han encontrado la forma de “vivir de otra manera”, viajando desde Buenos Aires, Argentina, recorriendo 13 países, incluido México, y desde diciembre del año pasado son huéspedes en La Paz, Baja California Sur.

“Decidimos y salimos con ganas de eso... de vivir de otra manera, no solo conocer lugares, sino como llevar otro estilo de vida, poder vivir con menos cosas materiales. Poder estar más en contacto con la naturaleza, sentirnos más libres”.

En entrevista para POSTA Baja California Sur, Maru comparte que esta aventura comenzó en 2017; sin embargo, lleva más de 20 años con Juan, al principio realizaban viajes cortos, cuando tenían vacaciones. Una vez que empezaron a idear el proyecto comenzaron a ahorrar para lo que hoy llaman “la casita”.

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La casita, la cual se ha convertido en el nuevo hogar de Maru, Juan y la Negrita (su perrita), es una casa rodante que, gracias a sus ahorros, pudieron construir. Pasaron alrededor de 4 años para hacerlo realidad, entre ahorrar para comprar el carro, después un año para construir, y luego armarla.

En la actualidad, Maru y Juan llevan casi 7 años en ruta. Han recorrido más de 60 mil kilómetros de 13 países como Argentina, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Honduras, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Perú, Panamá y Nicaragua. Su próximo destino, luego de dejar el Puerto de Ilusión, es Mazatlán, en Sinaloa.

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Para sustentar sus gastos, los viajeros crean verdaderas piezas de arte: “son todas artesanías de piedras naturales que vamos comprando en el camino, y con esto nos sustentamos”, comparte Maru. Al principio del viaje horneaban postres y los vendían en las playas, después Juan aprendió a tatuar.

Fue hasta que llegaron a México cuando empezaron con las artesanías, que otros amigos viajeros les enseñaron, “la clave principalmente para poder sostenerse es también aprender a gastar menos dinero, y no comprar cosas que uno no necesita, para poder tener eso... la libertad de poder viajar sin tiempo y sin tener que dedicarle tantas horas al trabajo”, dice Maru.

“No queríamos la vida que nos imponen a la mayoría que es, tener que trabajar, estudiar, hacer una carrera, tener hijos, una familia. No queremos esa cosa, como buscar la felicidad, por otro lado, y buscar otra forma de vivir, diferente a la tradicional”.

Sobre su estancia en La Paz, dice que la gente de Baja California Sur los han tratado muy bien. Acerca de las complicaciones a las que se han enfrentado a lo largo de su viaje han sido situaciones como crecidas de ríos, al desconocer las condiciones climatológicas de ciertas regiones, incluso por dormir lo más cerca al mar, debido a la alta marea, en ocasiones llegaron a tener el agua cerca de las llantas de la casita.

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Para enfrentar las horas, los aventureros se dedican a la elaboración de los productos que venden; además, leen, tocan instrumentos como el ukelele. Juan se pone a dibujar para crear los bocetos de los tatuajes: “la pasamos bastante bien, no hay mucho tiempo para aburrirse”, expresa con alegría Maru.

Maru dice para la sociedad en general que hay muchas maneras vivir, por lo que es importante cuestionarse si la forma en que se vive es realmente lo que uno quiere o es algo impuesto. Animarse a ir por otros caminos, porque hay otras alternativas: “me parece que esa es la clave. Como escucharse y analizarse qué es lo que quiere para su vida sin importar lo que digan los demás”, finalizó.

Si quieres saber más sobre Maru y Juan, date una vuelta al malecón, en las calles Paseo Álvaro Obregón y 16 de Septiembre. Ahí podrás conocer más sobre esta historia, además de ver la joyería que realizan a mano, no olvides comprar una pieza de artesanía para ayudar con su viaje, así como de seguir su aventura en sus redes sociales, en Facebook Una Realidad Aparte y en Instagram @una.realidad.aparte_