Protestan en La Paz por falta de permisos para avistamiento de tiburón ballena

LA PAZ, Baja California Sur. – Prestadores de servicios turísticos de La Paz, dedicados al avistamiento de tiburón ballena, se manifestaron el martes frente a las oficinas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Baja California Sur.

Doce operadores denuncian la falta de expedición de permisos para realizar actividades de observación de esta especie, lo que ha generado la suspensión de sus actividades y pérdidas económicas significativas.

“Los plazos legales se han excedido, violando la Ley General de Vida Silvestre”.

“Su incumplimiento debería resultar en la autorización automática de los permisos, pero no ha ocurrido”, agregó.

La suspensión de actividades afecta a 12 operadores, algunos de ellos con más de 30 años de experiencia en el sector.

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“Son reservaciones diarias que se pierden”, lamentó José Luis Martínez Orozco, un operador con 17 años de experiencia y que por primera vez se le fue negado el permiso gestionado anualmente. “Tenemos que trasladarlas a otras compañías, para seguir ofreciendo el servicio. No es lo más conveniente, pero es la única opción que tenemos”.

“No nos dicen por qué nos niegan el permiso. El sistema parece operar sin lógica”, dijo Alejandra Guzmán de la Campa, de la empresa Boa, al mencionar la falta de claridad en los criterios de selección para la expedición de permisos e indicar lo que parece ser un sistema arbitrario y sin explicaciones. “La delegación local de la Semarnat no funciona”, criticó. “No representa nuestros intereses”.

“Necesitamos soluciones”, dijo Tovar. “La falta de transparencia y comunicación afecta la industria, la conservación del tiburón ballena y la confianza en las autoridades”.

“Estamos en espera de respuestas claras y soluciones inmediatas”, concluyó Ricardo Amador, con más de 30 años en la actividad, subrayando la necesidad de una comunicación más directa con las autoridades.

Los prestadores, ante la falta de respuestas, presentaron un recurso de revisión. Sin embargo, la incertidumbre persiste. La situación, además de afectar al sector turístico, plantea preocupaciones sobre el manejo y conservación de la especie.