2025: Un año para cerrar ciclos y fortalecer relaciones familiares y amistosas
Estamos a unos minutos de que se vaya el 2024 y nos demos el abrazo de Año Nuevo 2025. Es una excelente oportunidad para curar viejos rencores y sanar el alma.
LA PAZ, Baja California Sur.- Ya ha pasado Navidad 2024 con sus fiestas y regalos. Viene una época de cerrar ciclos: el Año Nuevo: tiempo de celebración, pero también de reflexión, pues suele ser un día que reúne a las familias, pero, a veces, también se separan (o brindan sólo por cortesía).
Vislumbrar un nuevo comienzo de año, no es más que un pretexto. Seguiremos siendo quienes somos, pero tenemos la capacidad de observar nuestros propios pensamientos y meditar sobre nuestras relaciones interpersonales.
¿Cómo cerrar ciclos para empezar de nuevo en 2025?
Aprovechemos la ocasión de estar presentes en la misma mesa, la misma sala. Un simple gesto amistoso, una mirada amable, una sonrisa, puede inspirar a la acción de darse un abrazo sincero de amor. Si hay o hubo una ruptura, un abrazo puede servir para decir al oído que se aman. Es mágico el poder de una sonrisa, de un abrazo que se siente con amor.
Hasta padres e hijos que tuvieron un enfado, pueden darse un abrazo y restaurar lo que pasan a ser tonterías.
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No sería prudente sentarse a explicar las razones de un distanciamiento en ese preciso momento, pero pueden verbalizarse cosas importantes: el cariño como familiar o amigo, los buenos deseos y quedar en una oportunidad de aclarar algunas cosas.
Cerrar ciclos también es, simplemente, aceptar que una relación se terminó, que no hay marcha atrás y que las cosas sucedieron de una manera que ya no es posible revertir. Claro, a menos que haya un daño catastrófico de por medio, es completamente válido cerrar ese arco con un saludo amable, que no conlleve a nada más que a una cortesía.
¿Por qué es bueno cerrar ciclos y restaurar relaciones interpersonales?
Por supuesto, hay de problemas a problemas, aquí nos enfocamos en aquellos posibles malentendidos que no se categorizan como tragedia o delito. Aunque hasta esas circunstancias necesitan un proceso, nos referimos a aquellas palabras o gestos que hicieron que unos hermanos a otros dejaran de hablarse. Es común: ¡a veces hasta se nos olvida por qué nos enojamos!
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El Año Nuevo es un buen pretexto para desearnos lo mejor y tener la intención de sanar algunas heridas.
Es importante suavizar heridas que fueron leves, por orgullo o por chisme, porque para vivir la vida no hacen falta enemigos, y los amigos nunca sobran. Los muebles se raspan, pero se pulen y hasta brillan. Invita a esa persona especial a preparar algo rico con lo que sobró de Navidad, y conversemos de lo que nos une. Démonos la oportunidad, en Año Nuevo, de asomar la posibilidad de un reencuentro afectivo.
¿Qué debemos hacer para cerrar ciclos y “resetearnos” para este 2025?
Aquí hablamos de aprovechar una oportunidad en la que nos vemos físicamente y nos sumemos a una celebración, y no de un altercado sumamente grave o irreversible; hablamos de explotar el cliché, si se quiere, de los deseos de amor y paz. No importa que sea un slogan para vender más refrescos: se puede sentir en el ambiente que es bonito desearnos cosas positivas.
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Por tanto, lo primero que necesitamos es sonreír y sumarnos a la alegría de la celebración; allí, cuando el ánimo está de buenas, podemos simplemente mirar al pariente con el que tuvimos una diferencia y sonreírle: muchos témpanos con esos les basta para derretirse. Todo está en la buena disposición.
Aprovechemos el ambiente familiar, el recuento del año, las posibilidades de un buen porvenir, para darnos un abrazo y restaurar relaciones con las personas que nos importan. Celebremos juntos y brindemos por un 2025 lleno de amor.
