El repudiante clasismo de Patricia Armendáriz
Asegurar que los mexicanos son trabajadores no eficientes, fue parte de lo que aseguró la legisladora de Morena. Aquí más detalles.
CIUDAD DE MÉXICO.- Si hubiera un premio para la morenista más clasista, considero que se lo llevaría fácilmente Patricia Armendáriz. Para quienes tengan el privilegio de no ubicarla, ella fue parte del reality show “Shark Tank México”. En el programa, emprendedores le presentaban sus proyectos a un grupo de empresarixs en búsqueda de una inversión. Patricia era parte de ese selecto grupo de ricachones.
Como el dinero no le bastó, en su búsqueda por más poder decidió integrarse a las filas de Morena. Así, consiguió convertirse en diputada plurinominal. Patricia también es activa en X, y precisamente un mensaje que publicó ahí me motivó a escribir esta columna.
Todo comenzó cuando la cuenta “Terror Restaurantes MX” compartió una gráfica de N+ realizada con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Esta exhibía cómo en promedio en México trabajamos más pero ganamos menos.
Terror Restaurantes MX escribió en su descripción “#yoporlas40horas”, esto en referencia a la propuesta de reducir la jornada laboral, reforma que Claudia Sheinbaum ya dejó claro que no es prioridad, pues busca un consenso de empresarixs. Muy derechoso de su parte.
Patricia respondió a la publicación de Terror Restaurantes MX. En vez de mostrar indignación ante esta clara injusticia social criticó el desempeño de lxs trabajadorxs mexicanxs.
Escribió: “Se llama productividad del trabajo. Nuestro talón de Aquiles”. El mensaje es una versión remasterizada de “el pobre es pobre porque quiere”. Para Patricia no es que la gente sea pobre porque sea floja y no trabaje, sino porque a pesar de trabajar, es incompetente y no lo suficientemente productiva.
El ataque contra nuestra ética de trabajo muestra un cinismo muy particular viniendo de Armendáriz, la legisladora con más inasistencias en el congreso. Faltó al 40% de sus sesiones. En cualquier otra chamba ya la hubieran corrido con justa razón.
La morenista no se detuvo ahí. Continuó defendiendo su postura con una retórica profundamente clasista. Argumentó que como tiene un doctorado en economía, sabe más del tema que el resto. Dicho de otra forma, si no te pudiste pagar un doctorado en la Universidad de Columbia como Patricia, mejor ni opines.
Evidentemente, el clasismo de la morenista no me tomó por sorpresa. Me parece imposible olvidar el audio que se filtró en el que Armendáriz insultaba a indígenas de Chiapas, precisamente por no ser suficientemente productivos.
“¡Se van a ir a la chingada! ¡...sigan con sus pendejadas! ¡Me vale madre! ¡Estoy hasta la madre! ¡Estoy hasta la madre! ¡Estoy hasta la madre que ustedes pidan y pidan y pidan! ¡A la chingada mi deber con ustedes!”, gritó la disque integrante de la izquierda mexicana.
Va más allá de mi comprensión por qué Morena sigue sin expulsar a Patricia Armendáriz del partido. Si no lo hacen por congruencia, mínimo deberían hacerlo por interés de no dañar su imagen.
