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¿Por qué tiembla tanto en Los Cabos?

Los movimientos sísmicos, aunque en su mayoría imperceptibles, han comenzado a sentirse con mayor frecuencia y fuerza.

Por: Rosalva Castro

LOS CABOS, Baja California Sur.- En la región de Los Cabos, una falla geológica de aproximadamente 11 kilómetros, ubicada entre la Sierra de San Lázaro y la carretera que conecta Palmilla, Querencia, Cerro Colorado y Westin Regina, ha comenzado a mostrar signos de actividad desde junio de 2024.

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Esta línea tectónica, identificada por investigadores del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), podría estar detrás de los temblores que han afectado estas zonas en las últimas semanas.

Aunque la falla es distinta a la famosa Falla de San Andrés, su actividad ha generado preocupación entre los residentes y autoridades locales. Los movimientos sísmicos, aunque en su mayoría imperceptibles, han comenzado a sentirse con mayor frecuencia y fuerza. Según los expertos, Baja California Sur experimenta actividad sísmica diaria, lo que incluye microsismos que liberan energía telúrica de forma constante, reduciendo el riesgo de un gran terremoto.

Sin embargo, en los últimos meses, los enjambres sísmicos en la región de Los Cabos han sido más notorios y podrían tener consecuencias para las estructuras de viviendas y hoteles cercanos.


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¿Por qué es preocupante esta falla?

La falla geológica está situada en una de las zonas turísticas más importantes de Baja California Sur, donde el desarrollo habitacional y hotelero ha crecido significativamente. Cualquier movimiento sísmico, incluso de baja magnitud, podría tener efectos en las edificaciones, generando grietas o cuarteaduras en estructuras. Aunque los temblores recientes han oscilado entre magnitudes pequeñas de 2 a 3 grados, su cercanía a áreas pobladas aumenta el riesgo de daños.

Los investigadores del CICESE, en colaboración con el Servicio Sismológico Nacional, han colocado sismógrafos en la región para monitorear esta actividad sísmica y estudiar su impacto. El equipo ha identificado que el enjambre sísmico ha alcanzado su pico en septiembre de 2024, pero podría continuar durante los próximos meses debido a los movimientos de las placas tectónicas en la zona.

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Estos 'racimos' de pequeños sismos son monitoreados de cerca por las autoridades, quienes recomiendan a la población mantenerse informada a través de los reportes en tiempo real del Servicio Sismológico Nacional.