Catedral de Nuestra Señora de La Paz, una joya arquitectónica
La Catedral de Nuestra Señora de La Paz es un ícono de la ciudad, con un pasado que no se olvida; su estilo arquitectónico neoclásico deslumbra a turistas que visitan el Puerto de Ilusión
LA PAZ, Baja California Sur.- La Catedral de Nuestra Señora de La Paz se yergue imponente en el corazón de la ciudad, con su fachada de piedra negra y cantera que refleja la historia y tradición del pueblo paceño, convirtiéndose en una joya arquitectónica.
Se podría pensar que la catedral es una sustitución o incluso una restauración de la misión jesuita de Nuestra Señora del Pilar de la Paz de Airapí, abandonada en 1749. Sin embargo, no hay vestigios de la misión original. Lo que sí podemos encontrar en el interior de la catedral son algunos retablos y pinturas de las antiguas misiones de Baja California Sur, que nos recuerdan el legado de la evangelización en la región.
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Un tesoro arquitectónico y símbolo de transformación
La construcción de la catedral comenzó en 1861 y se prolongó hasta 1865. Su estilo neoclásico, con su característico uso de la piedra negra y la cantera cortada a tajo artesanalmente. La fachada, sobria y tradicional, presenta una nave principal y dos torres laterales, sin muchos adornos.
En 1920, la catedral experimentó una transformación importante con la construcción de la segunda torre, que le dio su apariencia actual. A lo largo de los años, ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos y ha servido como un lugar de encuentro para la comunidad.
En la década de 1980 y 1990, la catedral se sometió a una completa restauración que le devolvió su esplendor original. Hoy en día, es la sede del obispado de La Paz y un importante espacio turístico para quienes visitan la ciudad.
Un lugar para la reflexión y el encuentro
Junto a la catedral se encuentra el renovado Jardín Velasco, una pequeña plaza que invita al descanso y la convivencia. Este espacio verde, rodeado de árboles y flores, es el lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad y admirar la belleza de la catedral.
La Catedral de Nuestra Señora de La Paz es un lugar lleno de nostalgia e historia que invita a la reflexión y el encuentro. Sin duda, es un destino imperdible para quienes visitan la ciudad y desean conocer su pasado, presente y futuro.